¿Por qué registrar tu novela?

El registro de la propiedad intelectual deja constancia de que la obra es tuya y no de otra persona. Recuerda que lo que registras no es la idea, sino la forma en la que la expresas. En el caso de la literatura: tu obra.

Voy a hablar de obra porque no solo puedes registrar una novela. El Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia, en adelante LPI, en su artículo 10, dispone las creaciones que son objeto de propiedad intelectual:

1. Son objeto de propiedad intelectual todas las creaciones originales literarias, artísticas o científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente conocido o que se invente en el futuro, comprendiéndose entre ellas:

a) Los libros, folletos, impresos, epistolarios, escritos, discursos y alocuciones, conferencias, informes forenses, explicaciones de cátedra y cualesquiera otras obras de la misma naturaleza.

b) Las composiciones musicales, con o sin letra.

c) Las obras dramáticas y dramático-musicales, las coreografías, las pantomimas y, en general, las obras teatrales.

d) Las obras cinematográficas y cualesquiera otras obras audiovisuales.

e) Las esculturas y las obras de pintura, dibujo, grabado, litografía y las historietas gráficas, tebeos o comics, así como sus ensayos o bocetos y las demás obras plásticas, sean o no aplicadas.

f) Los proyectos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas y de ingeniería.

g) Los gráficos, mapas y diseños relativos a la topografía, la geografía y, en general, a la ciencia.

h) Las obras fotográficas y las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía.

i) Los programas de ordenador.

2. El título de una obra, cuando sea original, quedará protegido como parte de ella.

¿Entonces estoy registrando la historia de amor entre dos personas? Podrías pensar, y la respuesta es NO. Lo que registras es la forma en la que expresas la idea. Esa manera en que lo haces es única y es lo que te otorga el derecho como autora a ejercitar los derechos reconocidos en la ley si alguien te copia.

Por eso, si es tu primera novela, deberías tener una máxima y es que no deberías enviar a nadie tu novela antes de presentar la solicitud de registro en el registro de la propiedad intelectual.

Ahora ya no me hace falta mantener esta precaución. Por suerte, tengo unas lectoras cero en las que puedo confiar plenamente, pero si es tu primera novela y no tienes un núcleo de confianza, ojo que es un error en el que se puede caer.

Cuando escribí mi primera novela tuve una mala experiencia. Sospeché de una persona porque me insistió mucho en que le enviase mi borrador. Al principio no le di importancia y era cierto que estaba revisándola, pero algo me impulsó a no hacerlo, fue una intuición. Que cuando finalmente y tras mucho pensármelo le dijera que mejor le mandaba la novela cuando ya estuviera lista para leer “misteriosamente” desapareció. ¿Casualidad? No lo creo.

Proteger tu obra, ya sea literaria, una obra musical, un guión de cine debería ser tu prioridad si crees que tu trabajo merece la pena. Debe ser muy frustrante como gente sin escrúpulos se aprovecha de tu confianza para romperla y apropiarse de un trabajo al que le has dedicado tanto tiempo, esfuerzo, horas de sueño y ganas. Por eso, por respeto a tu obra, a ti misma y a los que te quieren debes registrarla. Ellos habrán sufrido muchas veces eso de “hoy no puedo tengo que (…)” añade lo que sea según tu disciplina.

Si te copiasen no serías ni el primero ni el último, de hecho las malas lenguas dicen que el archiconocido William Shakespeare copió alguna de sus obras más conocidas; que T.S Elliot se habría dedicado a copiar a varios autores casi desconocidos. Más recientemente se sospecha que Michel Houellebecq, quien ganó el premio Goncourt en 2011, habría copiado varios fragmentos de la Wikipedia. Así podría seguir hablando de interminables ejemplos, pero que evitaré contar aquí para no aburrirte.

Cuando digo: registra tu novela antes de que salga de tu ordenador, no estoy diciendo que desconfíes de todo el mundo. Seguro que tienes personas en las que puedes confiar plenamente y que jamás te traicionarían, a esas personas obviamente sí puedes hacerlo, pero solo si estás 100% segura de ello. Es lo que se llama lectores cero. A esas personas pídeles que sean honestas y que te digan qué piensan de verdad sobre tu obra. Puedes enviarle un cuestionario con preguntas acerca de ella, de esa manera guiarás la lectura y les harás reflexionar sobre la misma. En el siguiente post te voy a dejar un listado de preguntas.

También debes saber que no es necesario recibir la confirmación de que la novela ha sido registrada a tu nombre. A la hora de hacer el registro, tanto si lo haces de manera telemática como presencial, el registro te devolverá un número con la fecha y hora exacta de presentación de la solicitud. Esto es suficiente para demostrar que tú la registraste primero.

Y no, registrar tu novela antes de que salga de tu ordenador no te hace ser egoísta, solo alguien que valora su trabajo.

Un abrazo

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