Maternidad, trabajo, pareja, familia y se quiere mantener a los amigos. Muchas veces sentimos que no llegamos a todo y sentimos que nos pasamos la vida corriendo. Por eso te voy a dejar más abajo unos tips de organización familiar que te ayudarán. Eso sí, de nada sirven estos consejos si por lo que sea no podéis organizaros y cada día es una aventura. Por eso influye mucho la mentalidad. Si no sois conscientes previamente de que el otro puede necesitar un rato para hacer aquello que le carga las pilas, no funcionarán. No obstante, en general, creo que más o menos todas las familias pueden sacar un rato libre semanal en el que el otro miembro de la pareja o los abuelos pueden hacerse cargo de los peques.
Desde que soy madre, el significado de estar cansada tiene otra dimensión distinta; es una sensación de agotamiento casi perpetuo. Ahora todo son dudas. Me preocupa no estar haciendo las cosas bien con mi hijo, con mi familia, mi trabajo y mi pareja. Cuando se me olvida algo importante, suelo reprocharme el olvido, y no siempre es fácil de gestionar. Además se añade el de querer ser la mujer maravilla y estar al cien por cien en todo. Y es que ser madre, trabajadora, pareja, amiga, hija y escritora es una constante carrera de obstáculos contra la vida en general.
Las mujeres a menudo tenemos un estándar mucho más alto que los hombres. Nosotras tenemos que ser, se supone, las mujeres estupendas que se mantienen en forma, las que están atentas a la moda y van guapísimas, al igual que sus retoños, las amantes esposas dignas de portada del Hola, las trabajadoras incansables que tienen una carrera profesional de éxito, las secretarias que nos acordemos de todas las agendas de nuestros vástagos y cónyuges, y, por supuesto, tener bien atendidos a nuestros convivientes, que cocinan sin gluten, azúcares y sin grasas saturadas. Solo de escribirlo me he cansado, te lo juro. Si a eso le sumas una carrera como escritora, ya explota el equilibrio.
En mi caso, tengo la suerte, y manda narices que tenga que decir que tengo suerte de que mi pareja sea un padre ejemplar. Cambia más pañales que yo, lleva al niño al colegio, se divierte jugando con el pequeñajo y es un hombre diez en muchos aspectos. Pero las mujeres tenemos tan arraigado que tenemos que llevar la casa, como se decía antes, que, aunque no queramos, lo seguimos arrastrando… Hay una parte de mí que siente que al escribir estas líneas en un día festivo mientras mi hijo juega en el salón, que le estoy abandonando… Es absurdo, pero hay algo que me grita eso. Es una sensación muy desagradable, porque por un lado quiero estar con él, pero por otro escribir para mí es vida. Aunque no te voy a engañar, hay muchos momentos en los que me planteo si lo que hago tiene sentido.
A veces pienso que estaría muy bien que las vidas fueran como los libros, que pudieras saltar hasta el final para saber qué pasa y tomar las mejores decisiones desde el presente. Vale, sí, quizás me he venido un poco arriba, pero no me digas que no tendría su punto.
Entonces te preguntarás, ¿cómo lo haces? Si tienes un niño pequeño, un trabajo nutricional, pareja y una vida en general con todas sus facetas: hacer deporte, familia, amigos… Por eso te voy a dejar una serie de tips de organización familiar que te pueden ayudar. Eso sí, no hay secretos: solo horarios, madrugar, y renuncias.
Mentalización
Antes que nada, el primer consejo es el estar mentalizados. De nada sirven los tips de organización familiar, si no sois conscientes de que se tiene que hacer hueco a las necesidades del otro. El día a día no suele ser sencillo y muchas veces la vida nos atropella. Sin este primer pilar, no se va a ningún lado. Si lo tienes, pasemos al siguiente punto.
Horario
Mi pareja y yo tenemos un horario semanal con tiempo para cada uno que intentamos cumplir. Por supuesto hay flexibilidad, pero tenemos horas asignadas y en ese «tiempo libre» lo utilizamos para lo que queramos y mientras el otro se encarga del enano. Es la única manera de ser padres y no caer en dejar de hacer esas cosas que nos gustaban antes de que él naciera. Desde antes de buscar su existencia, teníamos muy claro que por mucho que llegara un bebé a nuestra vida, no es que el contador de la nuestra se pusiera a cero y de repente nos olvidásemos de hacer todo aquello que nos gustara, no. Todo sería cuestión de organización y renuncias a cosas prescindibles.
Renunciamos a lo prescindible
La compra la hacemos casi siempre por Internet y aprovechamos los paseos con el niño, o sea tiempo que no es libre, para aquello que se nos ha olvidado o por el motivo que sea no hemos comprado. Tenemos ayuda para algunas tareas y por ejemplo, aunque salgo de trabajar temprano y podría comer en casa, lo hago en la oficina para aprovechar más el tiempo con el niño. Si has leído sobre mí, habrás visto que soy una persona a la que le gusta madrugar y ese tiempo de calma lo aprovecho para hacer cosas como escribir, leer, ver redes sociales, escuchar audiolibros mientras doblo la ropa… Cada minuto es oro.
Éramos muy conscientes desde antes de que los planes nocturnos juntos con un niño serían complicados, pero es que ahora ni nos los planteamos. Además, la época del año en la que estamos ayuda. En cuanto a los planes en pareja, se complican, pero vamos intentando sacar ratitos. En cuanto a las comidas, reconozco que caemos demasiado en la tentación de la comida a domicilio, pero es algo que estamos en vías de solución.
Y lo más importante, disfrutamos del enano.
Este año de vida ha pasado a la velocidad del rayo y sé que esto ya se queda así para siempre. Tengo la sensación de que he hecho un montón de cosas y he disfrutado de él un montón. Tengo la inmensa suerte de poder ir a recogerle de la escuela infantil y te prometo que es el mejor momento del día. Da igual lo cansada que esté o que haya sido un día duro; cuando me lo entregan y me miran con esos ojos grandes y esa sonrisa capaz de parar el mundo, se me pasa todo.
Al final, la conclusión a la que llego, es que hay que enamorarse de la vida que creas. Puede que la vida de las influencers parezca maravillosa o pienses que no tienes problemas. Yo también creo que muchas veces ellas lo tienen mucho más sencillo que nosotras, pero hay que romantizar nuestra vida, nuestra cotidianeidad. No llegamos a todo y no pasa nada, en realidad no es necesario.
Cuéntame, ¿qué tips de organización familiar utilizas?
Un abrazo
Bea