Parece un trabalenguas, pero son las distintas formas de publicar una novela que tienen enormes diferencias entre ellas. No es lo mismo autoeditarse que encargar a alguien que externalizar varios servicios o todos, salvo lógicamente el de escribir y registrar la novela. Por eso, el ánimo de este post es dar un poco de luz para ayudar a diferenciar entre autopublicación, autoedición, editoriales de coedición y editorial tradicional.
La autoedición
Esta podríamos definirla como la de Juan Palomo
En ella el escritor se pone cada vez unas gafas. La de escritor cuando hace la escaleta o se pone a escribir directamente (en algún momento hablaré de los escritores brújula y mapa), otra vez se pone las de editor para revisar qué funciona y que no del texto y hacer los cambios, maquetador, portadista…
Sin duda, es la forma más barata de publicar; también, a mi juicio, la más arriesgada porque es bastante complicado ser bueno en todo. Quienes se autoeditan lo hacen porque son personas todo terreno, o bien porque al ser los primeros libros intentan ahorrar costos al máximo. Si el autor no tiene mucha experiencia y unos amplios conocimientos en todas las áreas, el resultado no suele ser el deseado y como es lógico, los lectores se dan cuenta.
Un error bastante típico de novato con la primera novela es encargarle la corrección a algún amigo que sabe. Spoiler, eso pocas veces sale bien. A lo largo de estos años he hablado con muchos correctores y todos coinciden que no son capaces de autocorregirse sin que haya errores. Puedes leer cincuenta veces la misma frase y que te suene exactamente igual, que creas que esté perfecta y no ver una errata. Esto es así porque cuando escribes estás tan apegada a tu texto, que es muy difícil ver los errores. En mi caso ni me lo planteo. No obstante, si hay alguien que puede, desde aquí, mi más sincera enhorabuena, admiración y respeto. La ventaja de ser Juan Palomo es que es muy barato publicar y a poco que vendas ves beneficios muy rápidamente; esto si no contamos el coste hora de nuestro tiempo.
Editoriales de autoedición o coedición
Menos problemas, pero adelanto dinero.
En este caso es el propio autor quien manda el manuscrito a una editorial para que le haga todo excepto el registro. Es decir, corrección, portada, maquetación, ISBN, depósito legal, el envío de los ejemplares cuando sean pedidos… De primeras piensas, oye, ¡qué bien! ¡Qué cómodo! Y mucho, pero ahora empieza la parte menos buena. La primera es que te suelen obligar a encargar un número mínimo de ejemplares sin saber si los vas a vender. Segundo, si has escrito una novela media de más de 50000 palabras, el desembolso inicial suele ser bastante elevado; la cosa se complica. Eso sí, te incluyen en un catálogo digital al que tienen acceso las librerías, pero eso sí, para estar en ellas, salvo que te pidan los lectores, tienes que ir a hablar con los libreros y darte a conocer, por lo que no es tan sencillo llegar al gran público.
Las editoriales tradicionales
Mi sueño es verme en todos lados y tengo paciencia
Si te decantas por este formato. Una vez que tienes el libro escrito, corregido y registrado, se envía a un sello editorial (a poder ser del género de la obra). Muchas contestan, otras no, pero en cualquier caso la respuesta no es de un día para otro. Hay veces que son las propias editoriales las que llaman a tu puerta y acabas firmando y otras en las que, por el motivo que sea, no va a más que un contacto. En cualquier caso, y por mucho que nos duela a los escritores que autopublicamos, sigue existiendo la creencia en el público general que quienes lo hacemos es porque tenemos menos calidad que los autores de editorial. Como te puedes imaginar, discrepo.
Ahora las editoriales se fijan en muchas más cosas que si una obra es buena o no. Es lógico, son empresas y están en la obligación de dar números. En la sociedad en la que vivimos, en numerosas ocasiones se tiene más en cuenta la repercusión en redes sociales que la calidad. Las editoriales que apuestan por influencers lo hacen porque saben que hay un grupo de población que va a comprar el libro sí o sí. Puede que esos lectores leyesen su último libro en primaria, pero como pone el nombre de (elige el influencer de turno), lo compran. Muchas veces ni siquiera quienes salen en la portada como autor lo han escrito, sino que tienen escritores fantasma. En otro post trataré este tema. Como puedes suponer, no es algo que defienda, pero si da la casualidad que un lector se engancha a los libros solo por haberse iniciado en el de Pepita que tiene miles de seguidores en redes, pues oye, ni tan mal.
Volviendo al tema. El respaldo que te da una editorial tradicional es innegable; te da renombre, pero no mejor escritor. Además, hay otro factor a tener en cuenta: salvo los cuatro nombres de autores que nos vienen a la mente, todos se tienen que hacer la publicidad. Los informes de ventas suelen ser cada seis meses o año o vencido, así como el cobro de las regalías. ¿Ahora crees que sigue saliendo tan rentable?
La autopublicación
No tengo paciencia, quiero el control.
Dejo para el final este apartado porque es el que más domino y además en el que más trayectoria tengo. Para explicar cómo funciona el autor autopublicado vamos a imaginarnos una célula. En esa célula el autor tiene la información y las patitas de ella son los servicios que delega. Por ejemplo: la portada se encarga a un tercero, la maquetación a ese tercero u otro, la corrección a otra persona, los informes de lectura o lectores cero a otro grupo de personas. En muchos casos también tenemos editor que nos orienta y ayuda a pulir la novela… Vamos, que somos como una minieditorial. Registro, facturación, marketing y demás; solemos ser nosotros quienes lo hacemos. Como ves, las funciones del autor que autoedita y autopublica son similares, pero la diferencia está en que mientras el que autoedita hace todo, el que autopublica delega más servicios. Es más caro, pero si aspiras a tener una trayectoria larga en la escritura, si tus libros están bien corregidos y tienen una calidad igual o superior a una editorial, los lectores lo aprecian y eso ayuda a crear una base de lectores que te comprarán. Sabrán que cuando publiques un libro podrán leer algo bueno y es muy posible que les guste.
¿Entonces qué forma de publicar es la óptima?
Pues depende. Cualquiera de las opciones elegidas son válidas. Algunos autores defienden que lo ideal es ser autor híbrido porque te da lo mejor de los dos mundos. Por un lado, tienes el respaldo editorial que los lectores buscan y por otro la capacidad de controlar y dirigir tu carrera. Otros que ser autopublicados… El tiempo que estuvo Ojalá no fueras tú en Tagus, a mí no me gustó… Sentí que la novela en parte había dejado de ser mía y tuve durante ese tiempo un sabor agridulce, pero no por ello me cierro puertas al mundo editorial. ¿Qué autor no sueña con ver sus libros en una librería o supermercado? Yo mentiría si dijera que esa idea no me haría ilusión. ¿Me considero autora de segunda por autopublicarme? Rotundamente no.
A la hora de decir si un libro es bueno o malo, creo que no hay que fijarse tanto en si es de editorial o no. Hay libros buenos y malos en ambos mundos. También que no hay que olvidar que muchas veces influye nuestro momento vital para decidir si nos gusta o no una historia. Recuerdo que hace unos años me puse a leer un libro en el que la protagonista había perdido un familiar cercano y no pude continuar. El problema no era la obra, era yo. Lo dejé y cuando sea el momento lo retomaré o no, no lo sé.
Recomienda
Y aprovechando este post, quería decir que no hay mejor publicidad que el boca oreja. Si alguna vez lees un libro que te gusta, deja un comentario en Amazon o en la plataforma que sea, o si no quieres o puedes hacerlo, escribe al autor. En mi caso, y no creo que sea muy distinto al de los demás, cuando los recibo me alegran el día… De hecho, me encanta interactuar, así que si lees este post y has leído alguno de mis libros, escríbeme que estoy deseando leerte. No hay que olvidar que escribir es un oficio muy solitario y que muchas veces ni siquiera la gente de nuestro entorno nos comprende. De ahí que si te gusta un libro, cuantas más reseñas, más recomendaciones, más comentarios dejes, más animarás a que los autores continúen con su carrera en la escritura.
Pues nada, hasta aquí la entrada de hoy. Te animo a que comentes el post.
Y me digas que te ha parecido.
Un abrazo.