Cuántas veces habrás/habremos escuchado eso de «¿has probado eso que pone en el libro?». Y es que no hay un género que sobre el que la gente tenga tantos tópicos tan arraigados como los que se tienen sobre las novelas románticas. Tampoco otro que sea tan poco apreciado como el género y se cuestione tanto sobre la verosimilitud de los hechos o si hace en la intimidad tal o cual cosa quien escribe o lee. Estoy segura de que no pasa eso en otros géneros. Por poner un ejemplo, no creo que nadie le pregunte a Stephen King si hay fantasmas pululando por su casa. Sería inconcebible y absurdo, sin embargo, con los tópicos sobre la novela romántica, por lo que sea, la gente tiene menos filtro.
El primer tópico sobre la novela romántica: «¿y tiene escenas de se*o? ¡Qué contento estará tu marido/pareja!»
Mi pareja está bien, gracias; si está contenta o no, pregúntele, que seguro que le responde mejor que yo. De la novela romántica ya lo he adelantado y es ese que las escritoras (y hablo en femenino porque casi todas las novelas románticas actuales están escritas por mujeres) hacemos todo lo que contamos. En algunos casos será verdad, en otros no, pero lo que sí podemos decir es que gran parte es imaginación, y además, aunque lo fuera. ¿Acaso tengo que ir aireando mis intimidades? ¿Es que acaso es un delito disfrutar de la vida como cada una quiera siempre y cuando se respete a los demás? Y si no tiene nada de malo o prohibido escribirlo, tampoco leerlo. Señores y señoras, aunque a algunos les parezca mentira estamos en el siglo veintiuno desde casi un cuarto de siglo y las mujeres tenemos derecho a disfrutar. La manera de disfrutar puede ser de muchas maneras, incluso leyendo. Basta con dejar volar la imaginación para pasar un rato más satisfactorio que muchos otros.
Segundo tópico: «la novela romántica son cuatro escenitas de amor y unas cuantas más de se*o»
Bueno, pues no. En una novela romántica se cuenta una historia en la que el grueso de la misma habla de personas con sus vidas, aspiraciones personales y crisis. En medio de todo ese maremagnum de situaciones que muchas veces están en una situación complicadas en sus vidas, encuentran a otra persona que las complementa. Muchas veces antes de llegar el primer beso hay muchas otras escenas en las que se narran sentimientos, problemas y que por lo tanto, es mucho más que ese prejuicio. En ocasiones pueden ser varias personas si hablamos de novela erótica. Leas lo que leas, está bien. La literatura está para entretener, emocionar, dejar volar la imaginación, además de aprender en ocasiones.
Tercer tópico: «las novelas románticas son todas iguales»
Este es uno de los errores más comunes y que más rabia me da. La romántica como género es tan amplio que encuentras para todos los gustos: contemporánea, histórica, de regencia, chick lit, médica, suspense romántico, comedia, paranormal, feel good, LGTBIQ+… Y por supuesto, erótica. Vamos, que quien no encuentra una novela romántica que le guste es porque no quiere, porque variedad hay, mucha donde elegir y de todo tipo de calidad. Buena, mala, regular, y ya sea en autores de editorial, como autopublicados, híbridos… Y por cierto, aquellos que denostan la novela erótica son el subgénero más consumido, así que por algo será…
Cuarto tópico : «las lectoras románticas son muy soñadoras y poco realistas»
Se nos puede acusar de que tenemos las expectativas demasiado altas en nuestras relaciones y que después de Disney, las novelas románticas contribuyen a la insatisfacción al no alcanzar las parejas que leemos en las novelas. A ver, seamos un poco serias; cualquier lector medio de cualquier género, y por supuesto la romántica, tiene dos dedos de frente como para distinguir la realidad de la ficción. ¿O es que acaso por leer novela negra suponemos que el lector quiere ser también un as*s*no?
Estoy segura de que no; entonces que queramos imaginar determinadas cosas no nos convierte en nada más que eso, en personas que quieren leer una historia con la que entretenerse y, en el caso de las novelas románticas, les aletee el corazón. ¿O no es una sensación bonita volver a revivir esa sensación? Si nos apetece deprimirnos, solo tenemos que encender la televisión y ver las noticias. Al leer buscamos eso, salir de nuestra vida para vivir otra distinta que ha imaginado el escritor, y eso es común a cualquier género…

Quinto tópico : «es que las novelas románticas es mala literatura»
Confieso que este topicazo me lleva los demonios. ¿Qué una novela sea romántica significa que tenga menos calidad? He leído novelas románticas fantásticas y otras que no lo son, que son pésimas. ¿Y alguien se lleva las manos a la cabeza? NO. Simplemente, como en todos los géneros, hay historias buenas y otras que no lo son tanto, pero dar por hecho que una novela por ser romántica tiene menos calidad que otra que no lo es dar por supuesto demasiadas cosas y además falsas… ¿ O acaso alguien pone en duda la calidad de, por ejemplo, Orgullo y Prejuicio.
Sexto: «son previsibles; se sabe que van a acabar bien»
¡Por supuesto! De hecho, si empiezo una historia romántica que acaba con un final negativo, siento que he perdido el tiempo y el dinero. Una lectora de romántica busca un final feliz y si no nos lo dan, protestamos porque nos han dado algo distinto que buscábamos. Esto es como si cuando vas a comprar a Ikea una mesa quieres una mesa blanca y cuando terminas de montarla ves que es negra y ves que no tiene ninguna pegatina protectora del color; miras la caja y pone mesa blanca y está todo correcto, pero te han vendido algo que no querías. Aunque te han vendido algo útil, no era lo que buscabas; tú querías una mesa blanca y ahora tienes una mesa negra que no te pega nada con los muebles del salón. Un drama de primer mundo. No sería la primera novela de una editorial al que le han llovido las críticas por vender como romántica una historia que no lo es y eso es engañar al lector.
Séptimo: llega mi estereotipo favorito, un poco caduco ya. «Si el fontanero quisiera hacer lo que le hace Christian Grey a Anastasia, ella no se dejaría»
Pues mira, tienes razón, casi seguro que no, pero en la romántica se juega con eso. Con la imaginación y las diferencias de estatus gustan, y a ver, con todos mis respetos hacia los fontaneros, no tiene la misma chispa. El estereotipo de hombre rico-chica pobre ha sido muy utilizado porque es lo que las lectoras pedían, aunque tengo la impresión de que cada vez gusta menos. Además, hasta hace unos años las lectoras pedían un determinado tipo de protagonista masculino, rudo, autoritario, hasta cierto punto machista. Ahora ya no nos gustan ese tipo de hombres. La literatura romántica es un género vivo y que, como tal, evoluciona Las lectoras, las escritoras, ya no admitimos ver ciertos clichés. Hace unos pocos meses leí una novela que era contemporánea a Cincuenta sombras y no me gustó en absoluto. La terminé porque no me gusta dejar novelas a medias, pero no la disfruté y creo que el error de la editorial fue traducirla tan tarde al español. Más tarde busqué sobre esa novela y la impresión mayoritaria de las lectoras coincidía con la mía.
Octavo: «son novelas para mujeres»
Aquí he de decir que es el estereotipo que más razón tiene. Sí que es cierto que es un género pensado para atraer al público femenino porque es su principal mercado, pero no es excluyente. Cada vez se escriben más novelas desde el punto de vista masculino. Eso es fantástico porque significa que nos interesa lo que tienen que decir los hombres y abre nuevos horizontes al género. A mí particularmente me encanta. Como escritora disfruté muchísimo con Jon de Ojalá no fueras tú; él tenía que contar una historia muy dura, aunque al principio se jugó el pescuezo. ¿Y cómo olvidar a Roberto de que sí, siempre fuiste tú? Por favor, para la siguiente vida me pido a uno como él en mi vida. ¿Y Jano? Si no has leído a Jano de No sé qué hacer sin ti, prepárate para enamorarte del corresponsal. De verdad, es un hombre de los que como no quedan o ya no existen, he tenido que escribirlo. ¿Y Mark y Ender? Solo te diré una cosa, todas nos merecemos unos hombres como ellos en nuestra vida. Por cierto, si te apetece echar un vistazo a Seguí a mi intuición y me dejé llevar tiene los dos primeros capítulos aquí.
Noveno: «escribe novela romántica, pobrecita»
¿Pobrecita? Perdone usted, si escribo novela romántica es porque disfruto haciéndolo. Nadie me pone una pistola en la cabeza. Es más, muchas veces me vuela la cabeza porque se me pasa el tiempo en un suspiro cuando aporreo el teclado. Dígame usted, persona impertinente, ¿qué trabajo hay más bonito que escribir sobre el amor? Uno solo; a mí no se me ocurre, pero si lo hay, dígamelo y postulo para el puesto. Ese topicazo o frase poco acertada demuestra un paternalismo que nadie debería soportar. Como que a ver cuándo escribo algo serio. ¿Qué se cree usted que no me toma en serio mi trabajo?
Quienes escribimos y leemos romántica no necesitamos tutores que nos digan qué tenemos que hacer. A estas alturas de la vida estoy para que me den dinero, no consejos.
El décimo, pero no menos importante: «lee juvenil; deberías leer cosas de tu edad»
Paren las rotativas, dejen de hacer lo que tengo que hacer; ahora me entero que tenemos que leer según nuestra edad. Si es así, muchos solo pueden leer las recetas del médico con las medicinas que tienen que comprar, porque los años no pasan en balde y ver cómo se organizan con los horarios de las pastillas.
¿En serio se puede decir eso a alguien? De nuevo es paternalista. Cada una lee lo que le apetece. Si hay gente que disfruta tirándose en paracaídas lo entiendo; yo me subo a un quinto piso y me da miedo mirar por la ventana. ¿Entiendo a quienes se tiran en paracaídas? No, lo siento, pero no. ¿Lo haría? Ni de coña, pero admiro a la gente que lo hace porque sé que lo hacen porque les gusta y hemos venido a vivir la vida de la mejor forma posible.

La onceava: «la romántica no es literatura de verdad»
Esta se rebate sola. Si no la literatura romántica no es literatura de verdad ¿qué es? De verdad, decir eso denota no tener ni idea y decirlo delante del autor denota una falta de educación tremenda que está claro que en los libros que ha leído no ha aprendido. Quizás si leyera una historia romántica, cambiaría. No sé, por probar y eso… Admiro a la autora que aguanto estoicamente ante esta situación, muchas no habríamos aguantado.
La doceava: «a ver cuándo escribes mi historia…»
Siento decir que tu vida, por muy interesante que sea según tu visión, a mí no me lo parece tanto como para escribir un libro. No es que te menosprecie, solo que no lo veo que tenga mucho recorrido. De verdad, sin acritud (o bueno, quizás un poco sí, pero está feo reconocerlo), no voy a escribir tu historia porque tengo otras pululando que llegaron antes.
Y así podría seguir más con más tópicos sobre la novela romántica, pero honestamente no quiero aburrirte. Como ves, hay muchos prejuicios sobre la novela romántica, la gran mayoría falsos, y todos coinciden en menospreciar a los lectores asiduos de romántica. Pero, lo siento desde este pequeño rincón digo que ofende el que puede, no el que quiere, y para mí escribir y leer romántica es un orgullo que hace mucho que dejé de ocultar.
Ahora cuéntame qué prejuicio o frase te han dicho por escribir/leer romántica.
Un abrazo
Bea